Colombia de antes, ficción o realidad.

por Karla Torres Saldaña.

La Virgen de los Sicarios fue publicada en 1994, presenta temáticas de violencia, drogas, mafias y homosexualidad. Fernando Vallejo, pública esta historia como una crítica y anecdótica de lo que la sociedad de Colombia vivía en la década de los 90; especialmente en la ciudad de Medellín.

Portada edición 2017.
Imagen:www.elsotano.com

Escrito en primera persona relata la historia de Fernando, un escritor que regresa a Medellín, después de vivir en el extranjero, aquí se encuentra con una ciudad sumergida en una crisis de sicariato, producto del narcotráfico que ha tomado el control de toda la ciudad y sus periferias. A sus cincuenta años conoce a Alexis, un joven sicario que le entregan en un prostíbulo. Alexis proveniente de los barrios marginales, del Medallo más que de Medellín, en donde la guerra entre bandas es ordinaria; a él no le importa subirse en una motocicleta y disparar para cobrar, es lo único que sabe hacer para sobrevivir.

Estos dos personajes comienzan a explorar una vida juntos; Fernando, escritor y crítico de temas nacionales y religiosos, típicos de la región paisa y en general la cultura colombiana arraigada a sus costumbres, que ve a una ciudad deplorable. Y Alexis, que le enseña a vivir en una ciudad de muerte y, principalmente, con quiénes no hay que meterse para vivir tranquilo; es así como Fernando conoce su mundo de violencia y de vivir corriendo, de intranquilidad.

Fernando Vallejo retrata una cultura específica, a través de las costumbres, expresiones antioqueñas y cotidianeidad. La novela toca temas vitales para entender la vida en Medellín en ese tiempo y uno considerado un tabú aún hoy: Medellín es una ciudad que creció gracias a uno de los grandes carteles de narcotráfico que se disputaba las rutas de comercio de drogas y logró establecer sus propias leyes; donde la corrupción creó un ambiente hostil para los habitantes de la región. Era común escuchar noticias de muertos cada día, por lo que el Medellín de los 90 fue considerada una de las ciudades más violentas de América Latina.

Los sicarios fueron habituales en esta ciudad. Tanto mafias como carteles y simples bandas criminales tenían a personas contratadas para matar; muchas veces jóvenes, que a sus catorce años ya se convertían en profesionales para intentar salir de la pobreza.

Vallejo trae a colación, en el título, algo que no pasaba desapercibido; La Virgen de los Sicarios, concepto ampliamente criticado por hacer ver que aún en el mundo del sicariato y narcotráfico existía la fe y el misticismo.

Siendo Colombia un país católico, lleva este tema como eje: la religiosidad popular, santos que avivan la fe del creyente; y una iglesia caracterizada por adoctrinar a las comunidades. A través de ritos populares, Vallejo presenta una imagen de la Virgen Auxiliadora en Sabaneta, adoptada por los sicarios para rendir homenaje y que ésta les concediera puntería a la hora de matar. En la obra el escritor trata de manera abierta y natural relaciones entre personas del mismo sexo, mediante sus personajes principales y no se adopta una doctrina moral sobre el tema.

De este libro se hizo una adaptación al cine a cargo de Barbet Schroeder, los dos textos comparten la misma narrativa, compuesta de dos historias: 

Historia 1: Fernando regresa a su Medellín para recordar y morir, y se enamora de Alexis, un adolescente sicario. Fernando, entonces, se mueve de la desesperanza hacia el amor. Luego, la muerte de Alexis lo arranca de su escepticismo melancólico y lo somete a un dolor extraordinario. Después aparece Wilmar, otro adolescente sicario, asesino de Alexis, y se repite la historia de amor y muerte. 

Historia 2: la historia de Medellín, la de la muerte absurda y la descomposición: En la mirada cínica de Fernando, y en la mirada "inocente" del sicario amante pasa la Medellín de los 90, llena de miseria y odio, de sicarios y víctimas, pletórica de muerte e impunidad; esa Medellín que a ratos parece justificar el resentimiento de Fernando y su cáustica lectura del mundo. 

Una diferencia fundamental, tal vez la más importante, en los textos es el énfasis con que cada uno articula y hace interactuar las dos historias que les son comunes. En la novela, el énfasis está en la violencia: El sicario (Alexis-Wilmar), acompañado de su amante, Fernando, atraviesa una ciudad salvaje asesinando sin razón y sin remordimientos a cuanta persona se le antoja. En este tránsito de la muerte se va tejiendo la historia de amor entre Fernado y los dos sicarios (Alexis-Wilmar). En la película, el énfasis está en el amor entre el sicario (Alexis-Wilmar) y Fernando. Estos sujetos hacen un camino intenso desde el encuentro fisico motivado por el interés económico y la pasión hasta llegar a habitar el fértil territorio del amor que proscribe la idea del suicidio y dota de sentido

La Virgen de los Sicarios es idóneo para entender la realidad vivida en una época de inseguridad y violencia generada por uno de los mayores conflictos en Medellín; que hoy se traslada a otras partes del mundo.

Referencias:

Vallejo, F. (2017). La Virgen se los sicarios. Ciudad de México, México: Debolsillo.